Campos y Torozos

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El Grupo de Acción Local ‘Campos y Torozos’ reivindica en Medina de Rioseco el papel del programa LEADER y de los Grupos de Acción Local como impulsores del desarrollo rural

El Grupo de Acción Local (GAL) ‘Campos y Torozos’, gestionado por la Asociación Colectivo para el Desarrollo Rural de Tierra de Campos participó este jueves 6 de noviembre en la jornada “Un medio rural vivo y sostenible”, organizada por el Consejo Económico y Social de España (CES) y el Consejo Económico y Social de Castilla y León (CESCyL), celebrada en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Medina de Rioseco. La cita reunió a representantes institucionales, expertos, empresarios, responsables locales y organizaciones de desarrollo rural para debatir sobre el futuro del medio rural como espacio de innovación, cohesión y sostenibilidad.

Durante su intervención en el coloquio celebrado junto al Grupo de Acción Local ‘ADRI Valladolid Norte’, el gerente del GAL ‘Campos y Torozos’, Javier Paniagua Gutiérrez, destacó la vigencia y la importancia del programa LEADER como un instrumento territorial esencial para impulsar la diversificación económica, el emprendimiento y la cohesión social en las zonas rurales.

“LEADER ha demostrado ser, durante más de treinta años, una herramienta eficaz para construir futuro en los pueblos. Es un modelo de desarrollo participativo que nace desde el territorio, con las personas y para las personas”, subrayó Paniagua.

El responsable del GAL incidió en que los principios del enfoque LEADER —el enfoque ascendente (bottom-up), la cooperación y la gobernanza territorial— siguen plenamente vigentes y deben seguir guiando las políticas de desarrollo rural en los próximos años. “El verdadero valor de este programa está en su capacidad de unir visiones y esfuerzos de lo público y lo privado, generando confianza y articulando una red de actores locales que comparten un mismo objetivo: mantener vivo nuestro medio rural”, señaló.

En su intervención, Paniagua quiso también poner en valor la labor constante y discreta que los Grupos de Acción Local (GAL) desarrollan en el territorio desde hace más de tres décadas.

“Llevamos más de treinta años trabajando desde la cercanía, escuchando a nuestros vecinos y vecinas, apoyando proyectos y tejiendo alianzas. Lo hacemos de manera silenciosa, sin hacer mucho ruido, pero con la convicción de que cada pequeña acción contribuye a construir comunidad, a fijar población y a mantener la identidad de nuestros pueblos”, afirmó.

“Los GAL somos el ejemplo de que el desarrollo rural no se improvisa: se construye día a día, con paciencia, con compromiso y con la implicación directa de quienes viven en el territorio”.

La jornada fue inaugurada por David Esteban, alcalde de Medina de Rioseco y presidente del GAL ‘Campos y Torozos’; Enrique Cabero, presidente del Consejo Económico y Social de Castilla y León; y Antón Costas, presidente del Consejo Económico y Social de España.

Cabero subrayó que el medio rural “además de estar muy vivo y ser sostenible, es un lugar idóneo para invertir en sectores modernos e innovadores”, y puso de relieve el papel de los grupos de acción local “como generadores de redes de desarrollo que están siendo fundamentales para la sociedad”.

Por su parte, Costas defendió que “el siglo XXI será el de las pequeñas y medianas ciudades y el de las cabeceras de comarca”, destacando que el ámbito rural es el espacio donde mejor se puede compatibilizar el crecimiento económico con la sostenibilidad ambiental.

La jornada incluyó una mesa redonda sobre “Iniciativas empresariales en el medio rural”, con la participación de Francisco Hevia, exdirectivo de Gullón, Pascual y Cerealto; Alberto Guerra, director de la Fundación Empresa Familiar de Castilla y León; y Lorena Martín, CEO de Lunares en mi Armario. Tras el coloquio, los grupos de acción local ‘Campos y Torozos ‘y ADRI Valladolid Norte compartieron experiencias y buenas prácticas sobre desarrollo territorial, innovación social y cooperación entre comarcas.

El encuentro finalizó con una reflexión conjunta sobre la necesidad de seguir apostando por un medio rural vivo, sostenible y con oportunidades, que combine el crecimiento económico y social con la protección del entorno natural, la preservación del patrimonio cultural y la mejora de la calidad de vida de sus habitantes.