Campos y Torozos

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El Grupo de Acción Local ‘Campos y Torozos’ refuerza su compromiso con la transición energética en el medio rural durante la jornada “Energía que une”

El Grupo de Acción Local (GAL) ‘Campos y Torozos’, gestionado por la Asociación Colectivo para el Desarrollo Rural de Tierra de Campos, participó en el pasado 23 de octubre en la jornada “Energía que une: comunidades energéticas y oportunidades locales”, celebrada en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Medina de Rioseco y organizada por NODDO, la Red de Centros Tecnológicos de Castilla y León. El evento, que congregó a representantes institucionales, técnicos del sector energético y agentes del territorio, tuvo como objetivo principal visibilizar el potencial de las comunidades energéticas locales (CEL) como herramienta de desarrollo sostenible, cohesión social y dinamización económica en el medio rural.

El gerente del GAL ‘Campos y Torozos’ intervino en la mesa redonda “Energía renovable como palanca de desarrollo local”, compartiendo espacio con representantes del Centro de Desarrollo de Tecnologías de Cubillos del Sil. Fundación Ciudad de la Energía (CIUDEN), Clúster de Energías Renovables y Soluciones Energéticas en Castilla y León (CYLSOLAR) y Cámara de Comercio de Valladolid. Su participación puso de relieve el papel estratégico que pueden desempeñar los Grupos de Acción Local en la promoción de modelos energéticos democráticos, sostenibles y adaptados a las necesidades del territorio.

Los GAL como impulsores de las comunidades energéticas

Durante su intervención, el gerente destacó que los GAL, por su estructura participativa y su conocimiento profundo del territorio, están en una posición privilegiada para liderar procesos de transición energética en el medio rural. Gracias a la metodología LEADER, basada en la gobernanza ascendente y la cooperación público-privada, los GAL pueden actuar como mediadores entre ciudadanía, ayuntamientos y empresas locales, facilitando el diálogo, la identificación de intereses comunes y la creación de alianzas sólidas.

Además, se subrayó la capacidad de los GAL para ofrecer acompañamiento técnico personalizado, organizar jornadas formativas, difundir buenas prácticas y coordinar recursos financieros, tanto a través de las ayudas LEADER como de otras líneas de financiación autonómicas, nacionales y europeas. En este sentido, se recordó que las ayudas LEADER pueden cubrir hasta el 65% de la inversión en proyectos vinculados a energías renovables, siempre que generen empleo y estén alineados con la Estrategia de Desarrollo Local Participativo.

Cohesión social, arraigo territorial y capital humano

Uno de los aspectos más destacados de la intervención fue la reivindicación del medio rural como escenario óptimo para el desarrollo de comunidades energéticas. El gerente del GAL señaló que la confianza interpersonal, el arraigo al territorio y la tradición colaborativa son factores humanos y sociales que facilitan la creación de proyectos colectivos sostenibles. “Las CEL no son solo infraestructuras energéticas, son proyectos sociales que fortalecen el tejido comunitario y generan nuevas oportunidades económicas”, afirmó.

Desde el GAL ‘Campos y Torozos’ se ha comprobado que los proyectos que nacen de la participación activa de la ciudadanía tienen mayor viabilidad y sostenibilidad en el tiempo. Por ello, se promueven mecanismos de dinamización como reuniones vecinales, foros participativos, campañas de sensibilización y procesos de planificación conjunta con ayuntamientos, cooperativas y asociaciones.

También se hizo referencia al impacto de los proyectos de macrorenovables en los Montes Torozos, como ejemplo de territorio de sacrificio, y se defendió el modelo de CEL como alternativa que permite que los beneficios económicos y ambientales reviertan directamente en la comunidad local.

Oportunidades económicas y relevo generacional

Las comunidades energéticas locales representan una oportunidad para diversificar la economía rural, generar empleo verde y atraer talento joven. Sectores como la instalación y mantenimiento de infraestructuras renovables, la gestión de proyectos o la innovación tecnológica aplicada a la energía pueden encontrar en las CEL un espacio de crecimiento y consolidación.

El GAL ‘Campos y Torozos’ reafirmó su compromiso de seguir conectando estos proyectos con las ayudas LEADER y otras líneas de financiación, contribuyendo a que las ideas locales se transformen en iniciativas viables, sostenibles y alineadas con los objetivos del Pacto Verde Europeo y la Agenda 2030.

Conclusión: energía como bien común

La jornada “Energía que une: comunidades energéticas y oportunidades locales” sirvió para visibilizar el papel de los GAL como agentes clave en la transición energética del medio rural. Desde la Asociación Colectivo para el Desarrollo Rural de Tierra de Campos se reafirma la voluntad de seguir trabajando para que la energía se convierta en un bien común al servicio del desarrollo local, mediante proyectos inclusivos, sostenibles y participativos.

El impulso de las CEL no solo contribuye a reducir emisiones y costes energéticos, sino que fortalece la cohesión territorial, genera empleo verde y fija población en el territorio. En definitiva, las ayudas LEADER no son solo una fuente de financiación, sino una herramienta estratégica de dinamización territorial para el impulso de comunidades más sostenibles, cohesionadas y autosuficientes.